Aún no termina el largo lunes y me quedo con la sensación de que este día debía haber sido más corto.
Pensé en no ir a clases, de salir corriendo para descargar todo lo que cargaba en mi mochila, en mi bolso... Solo tuve fuerzas para llegar a clases, estaban en grupos, presentando un taller.
Cuando mi compañera presentó su trabajo, no dejó de maravillarme esta cafetera tan particular.
Es que así son los objetos, los que llaman la atención por todo y sirven poco, pero son atractivos. Camino de vuelta, pensaba en esa cafetera...
Hoy solo sé que también soy un objeto imposible. Y me gusta que sea así: ser un algo imaginario que en mis tres dimensiones no se puede dar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario