mayo 27, 2008

¿Cuándo el cielo se comunica con cada uno de nosotros?

Muy temprano esta mañana caminé desde el bus al colegio sin paraguas, pensando que era una de las pocas veces en que el cielo entraba en contacto conmigo... Nunca lo había pensado así, pero estos días la bodega celeste ha querido regalarme instantes de conexión.

Al año son pocas veces que pedimos deseos para que se cumplan, si es que no son por cadenas de mail; muchos proyectos también son deseos objetivos por cumplir. En ambos casos he escuchado que no hay que contarlos mucho porque puede que no se cumplan o no se lleven acabo.

La noche del viernes luego de días nublados y otros de lluvia, el cielo me regaló un deseo más: una estrella fugaz. Es extraño tener en la punta de la lengua un deseo para ese medio segundo en que se expone la feliz juguetona del cielo a nuestra vista...

Fue un deseo más para este año, pero la clave está en saber pedir, saber desear.

Creo que el cielo entendió que me cuesta desear, y lo que pedí creo que se seguirá cumpliendo en el día a día...



Ahora miro hacia afuera e intento interpretar que desea el cielo de mí, llueve copiosamente (me gusta esa palabra) algo quiere decir insistentemente en cada gota... quizás no son gotas y son estrellas de agua...


Por ahora sé que no le exijo nada al cielo y este lo sabe... Espero poder interpretar sus intenciones...



Y a tí qué te dice?...