julio 29, 2010

En ese instante en querer que todo acabe...

Segundos antes de salir de la oficina, basta una llamada para que dsacreditarte y enrostrar lo que no valgo, lo que debo y lo que adeudaré.

Y ¿Es mi culpa? No lo sé, aunque lo deseo infinitamente para sentirme culpable al menos de tener que pasar por esto.
Y mientras esto pasa lo comido, lo bailado y el pito fumado nadie te lo quita; la vida "a la vida" nada ni nadie te la obtruye; te sacas punta con un sacapunta nuevo.
¿Qué se hace cuando el mundo se viene abajo con todo? ¿Y con una llamada?¿Y con mentiras y faltas de compromiso? Sin lealtad y llena de condena eterna.

Nunca lo vi todo tan sombrío como ahora. Nunca

No hay comentarios: