junio 29, 2010

Despidiéndome de atardeceres

Un café caliente entre las manos, un polerón con gorro que tapa orejas, un frío que a penas se siente al respirar, un atardecer anaranjado-violáceo de esos que se regalan pero que no se valoran, el intento de recordar rostros, un sorbo de café y muchas ganas de fumar.

No hay comentarios: